Desde el punto de vista clínico no existe una edad específica que marque el comienzo de una serie de rutinas específicas para cuidar el rostro. Todo depende del tipo de piel y de otras cuestiones biológicas. No obstante, los especialistas en medicina estética tenemos claro que todo lo que se haga desde los 20 años repercutirá de forma positiva en la salud de la piel de un paciente y, por otro lado, que a partir de la treintena sí que sería muy recomendable insertar en la rutina diaria una serie de cuidados para evitar el temido envejecimiento prematuro. ¿Cuáles deberían ser los imprescindibles? Te los contamos a continuación.
¿Qué sucede a partir de los 30 años?
Biológicamente, superada esta especie de barrera vital comienza a notarse en el rostro algunos signos del paso del tiempo: ojeras más marcadas, arrugas o líneas de expresión. Para combatirlas hay dos estrategias: los tratamientos tópicos y médicos. Antes de abundar en ambas opciones, hay un dato que no se puede quedar sin mencionar: las necesidades de cada paciente son diferentes, y en cualquier tratamiento hay que poner encima de la mesa factores como la genética o el estilo de vida de cada uno (tabaquismo, exposición al sol, etc.)
Por estos motivos, y porque lo ideal es llevar un seguimiento de cualquier medida que se tome con la piel (no olvidemos que es el órgano más grande que tenemos), es altamente recomendable pedir consejo a un especialista en medicina estética a la hora de elegir productos cosméticos, Botox, rellenos faciales, radiofrecuencia o procedimientos de este tipo.
Las reglas de oro para un cuidado fácil desde los 30
Hay varios productos que ya formarán parte de tus cuidados diarios. El primero de ellos no admite discusión: el fotoprotector. El sol es el principal enemigo de la piel, y causante en muchos casos del envejecimiento prematuro.
El segundo es la crema hidratante, responsable de mantener la hidratación de la piel. La elección no debe quedar al azar, puesto que las pieles más grasas, por ejemplo, tienen que optar por cremas sin aceites. Los serums son otro must de la rutina facial: se trata de un producto muy potente desde el punto de vista estético, ya que su composición colabora activamente en la prevención del envejecimiento. Existen de varios tipos, con los de ácido hialurónico a la cabeza, también muy interesantes para hidratar.
El contorno de ojos es otra de las zonas a las que más atención hay que prestar cuando avanzan los años. Es uno de los primeros signos en hacer su aparición, denotando no solo la edad, sino también un aspecto de cansancio y mirada triste. En función del tipo de ojera, algo que puede diagnosticar fácilmente un médico estético, hay que elegir el contorno adecuado (con antioxidantes, despigmentantes, retinol, etc.)
Por finalizar con lo relativo al cuidado de la cara con cosméticos, apuntar que los productos limpiadores deberían estar en cualquier listado. Las leches limpiadoras, por sus cualidades hidratantes, son las más recomendadas. Aunque tanto el agua micelar como los geles pueden ser también elecciones acertadas en función de cada necesidad.
Mejores tratamientos estéticos a partir de los 30
Las ya mencionadas arrugas (que puedes eliminar con Botox y/o Rellenos), ojeras (que puedes eliminar siguiendo estos tratamientos) y otros signos de la edad también son tratables con procedimientos médicos muy seguros, rápidos e indoloros. En Boclinic siempre te aconsejaremos que el primer paso sea pedir una consulta personalizada para determinar cuál es la mejor estrategia en cada caso. Una vez realizada, podremos darte un abanico de opciones, como por ejemplo:
- Los peelings, por ejemplo, son aliados perfectos para acelerar la exfoliación natural de la piel. Gracias al uso de sustancias químicas exfoliantes (fenol, TCA, pirúvico, salicílico, mandélico, etc.) de mayor o menor profundidad se pueden atenuar las arrugas y rejuvenecer el rostro.
- Peeling + mesoterapia : deshidratación, tono irregular, manchas, falta de luminosidad… todos estos efectos se pueden combatir con el ya mencionado peeling, al que se unen los beneficios de la mesoterapia facial, en la que aplicamos una serie de microinyecciones en determinadas zonas clave para ‘reponer’ vitaminas, oligoelementos, minerales o ácido hialurónico.
- Radiofrecuencia facial: es la tecnología de referencia cuando se busca corregir la flacidez y tensar el tejido en rostro. Cuando la radiación electromagnética entra en contacto con la piel actúa sobre el colágeno consiguiendo un efecto lifting, pero con la ventaja de no pasar por el quirófano.
- Hilos tensores: son rápidos, cómodos y muy seguros. Se trata de una de las técnicas más novedosas en el campo del rejuvenecimiento facial. Consiste en la inserción en la piel de finos hilos de sutura reabsorbible, fabricados de polidioxanona Se guían a través de agujas especiales sin incisiones y sin anclajes. ¿El resultado? Un lifting natural y discreto autoinducido.
¿Necesitas más información acerca de cómo cuidarte a partir de los 30 años? Pídenos una cita y nuestro equipo médico abordará tu caso de forma completamente personalizada.